Este blog post viene del artículo de Quartz “This is how a female engineer looks like“. Aquí la traducción de Girls in Tech Chile.
El verano pasado, estuvimos lamentando la falta de ingenieras en los medios de comunicación. Habían montones de artículos y data sobre cómo las mujeres son una minoría en la industria del software, lo cual es una triste realidad. Mientras tanto, los pocos artículos que destacaban las mujeres en tech estaban creando un estereotipo inalcanzable de una mujer que corre maratones, cría una familia, se ve impecable, y marginada de la increíble tecnología que creó.
Como ingenieras de software, muchas veces nos preguntan cómo es ser una mujer en tech. ¿Existen historias de terror? ¿Hemos experimentado el sexismo en la escuela o en el trabajo? Sería mucho mejor si nos preguntaran sobre la tecnología que hemos creado: ¿Cuál fue la primera app de Android que hizo Carolina? ¿Cuál fue el proyecto ganador del hackathon de María?
Hemos decidido tomar el control y hacer algo al respecto, y es así como el proyecto “wogrammer” nació. Entrevistamos a nuestras colegas ingenieras y destacamos las tecnologías innovadoras que han creado. Entre más voces auténticas de ingenieras que podamos compartir, más va a crecer la esperanza que tenemos de romper los estereotipos y realmente empezar a enfocar en los logros técnicos de las mujeres. Desde la chica en colegio que aprende sola a programar a una CEO que dirige una empresa grande. Hemos entrevistado a más de 40 ingenieras desde Sudáfrica a Silicon Valley, en varias industrias. Aquí les presentamos a algunas de las mujeres:
Kaya Thomas, en su segundo año en la carrera de Computer Science en Dartmouth, fue inspirada a aprender a programar después de escuchar un TED talk por Kimberly Bryant, de la ONG Black Girls Code. Ella visitó Codecademy.com y aprendió el lengaue de Python, el cual usó para crear la app para iOS We Read Too, una app que es una fuente de más de 300 libros escritos por autores de color, y que tienen caracteres de color. We Read Too ha recibido geniales reviews de profesores y de padres, que por fin tienen una app consolidada para buscar libros para sus niños. Kaya recién fue honrada por Michelle Obama en el evento de BET #BlackGirlsRock.
Melissa Halfon se unió con la artista Alexandra Diracles en la competencia Startup Weekend en NYC para crear un espacio donde los niños pudieran aprender el código y a la vez crear arte. Ellas ganaron la competencia y fundaron VidCode, una web app que enseña JavaScript a través de la creación de filtros para videos en Instagram. Recién, ellas dirigieron un hackathon de puras mujeres que combinaba la videografióa con la ciencia en computación en conjunto con SmartGirls de Amy Poehler y el centro de comunidad de 92nd Street Y.
Ilona Bodnar, una chica en cuarto medio en Piedmont High School, quería saber cómo funcionaban los computadores, así que se enseñó Python y JavaScript usando Codecademy. Bodnar se empoderó tanto por sus nuevas habilidades que le dio las ganas de compartir su conocimiento con otras chicas de su colegio. A raíz de eso, ella fundó el Technovation Challenge Club en su penúltimo año de colegio y enseñó a un grupo de 10 chicas cómo crear aplicaciones móviles. Al final del año escolar, ella estará liderando un Robotic Petting zoo makeathon.
Ayna Agarwal co-fundó She++ con su compañera de cuarto de la universidad Ellora Israni en Stanford, después de haberse dado cuenta de que no había muchos modelos a seguir de mujeres en las ciencias de computación. She++ partió como un foro de modelos a seguir y se ha convertido a una organización mundial. Ahora ellas proveen contenido en video, han producido un documental, y han realizado una gala cada año para motivar a más mujeres a participar en la tecnología.
Leah McGowen-Hare, una Master Technical Trainer en Salesforce, enseña programadores cómo usar Apex, un lenguaje duro de programación, y Visual Force, un framework basado en la web. Durante toda su carrera, McGowen-Hare ha capacitado a más de 13.500 programadores. También es voluntaria en Black Girls Code, y recién participó en un hackathon enseñando a niñas a programar y crear robots. Recién Leah se auto-puso una meta de crear la primera sesión de capacitación de todas mujeres de Salesforce, la cual ofreció gratis para programadoras en ONGs. El consejo de McGowen-Hare es “ser dueña de que uno dice, y dilo con convicción.” La experiencia de McGowen-Hare en la programación, o su “dev-cred” le ha ganado el respeto de sus colegas y le ha abierto puertas a nuevas oportunidades, mostrando que con tenacidad y el poder de la programación uno puede crear su propio camino y su propio trabajo soñado.
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