Durante la semana pasada y con ocasión del festival ChileMonos estuvo en Chile Brenda Chapman, una líder en el mundo de los largometrajes animados que ha dejado su huella en títulos como “¿Quién mató a Roger Rabbit?”, “Cars”, “Shrek”, “Wall-E”, y “Toy Story 3”, entre otros. Brenda fue la primera mujer dirigiendo una largometraje animado para un gran estudio, (“El Príncipe de Egipto” para Dreamworks, en 1998) y como co-directora de “Valiente” (Pixar, 2012) se convirtió en la primera mujer en ganar el Premio de la Academia.
Pero su paso por “Valiente” fue bullado más allá de los premios.
En Octubre de 2010, Pixar reemplazó a Brenda Chapman como directora de “Valiente” integrando a Mark Andrews y argumentando “diferencias creativas” para justificar el cambio. Si bien se mantienen los créditos a Chapman como co-directora en este film, su salida de Pixar alimentó reportajes y crónicas en donde, entre otras cosas, se habló de “techo de vidrio” y del real avance de las mujeres en la industria de la animación digital. Esto, sumado al perfil empoderado y libre que Brenda creó para la protagonista de “Valiente”, la convierten en una voz con una experiencia relevante para las “Girls in Tech” de Chile y el mundo.
“Sentí la responsabilidad y las ganas de crear algo en donde tanto la madre como la hija aprendieran algo”
Mérida, el personaje principal de “Valiente”, no es la princesita tipo. Es una princesa, sí, pero de cuerpo atlético y aficionada al tiro con arco. “Dí lo mejor de mí para crear una nueva princesa con Mérida, una que no necesita que venga un hombre a rescatarla”, comenta Brenda, agregando que se inspiró en la relación con su hija para trabajar sus personajes: “sentí la responsabilidad y las ganas de crear algo en donde tanto la madre como la hija aprendieran algo. Tuvo mucho que ver con aprender a escuchar y dejar de ser testarudos, que es una actitud muy adolescente pero es también algo muy de mamá. Al final, el tema es el entendimiento, y eso me lo tomé muy en serio”, enfatiza.
“Nunca me he visto como una pionera, sólo soy alguien haciendo lo que ama hacer”
Mérida, esta princesa que no tiene miedo de buscar otros caminos, es fácil de asemejar a Brenda y su avance en la industria de la animación, repleto de hitos como la primera mujer en…
Preguntarse por el destino de las siguientes mujeres en la industria es casi un paso natural: “Creo que queda mucho por hacer por las mujeres. Nunca me he visto como una pionera, sólo soy alguien haciendo lo que ama hacer. Pero ahora que estoy más avanzada en mi carrera, caigo en cuenta de que puedo asumir cierta responsabilidad en cuanto a mentorear y motivar a mujeres jóvenes en la industria, para que vean que ellas también pueden hacerlo. Mientras más mujeres se integren a esta industria, más delgado se hará el techo de vidrio”.
Pero pasar del dicho al hecho no es tan fácil, y Brenda levanta una pregunta no menor para quienes buscamos modelos para traspasar conocimiento entre generaciones: ¿cuál es el modelo más eficiente? Una mentoría puede cambiar vidas, pero ¿es eficiente y escalable para incentivar a generaciones completas? “No puedo mentorear uno a uno, como siempre creí que haría” comenta Brenda, “simplemente todo ha crecido demasiado. Mantengo mi website y doy charlas a universidades porque pienso que es importante para todas las mujeres mentorear a mujeres jóvenes. Pienso que ése es el camino y no el de ponernos competitivas, que es lo que la cultura de trabajo masculina nos ha enseñado y que nunca me acomodó. Creo que es de interés de todos que dediquemos cierta energía a mentorear, aún cuando está pendiente la tarea de encontrar un modelo apropiado”.