Una de las razones por las que hay relativamente pocas mujeres en el área de ciencias y tecnología es la creencia de que las mujeres somos malas para las matemáticas. Un estudio de 2008 publicado en la revista Science ya refutaba esa idea, concluyendo que “la diferencia entre los resultados en matemáticas desaparece en los países con una cultura más igualitaria entre géneros”, como Suecia o Noruega.
Se trata de un asunto cultural, donde tanto hombres como mujeres creen que el género femenino es naturalmente malo para las matemáticas, aun cuando hay evidencia que demuestra que no es así.
Un gráfico publicado por NPR muestra un fenómeno interesante en el área de la computación:
Hasta mediados de la década de los 80′, había porcentualmente tantas mujeres estudiando computación como derecho, medicina u otras ciencias en Estados Unidos. Sin embargo, en 1984 algo ocurrió, y la proporción empezó a caer de forma dramática, mientras que en los demás campos las mujeres siguieron aumentando.
NPR hace un interesante análisis en el que muestra que en ese momento comenzaron a aparecer los primeros computadores personales (los PC), que en sus inicios eran vendidos como “juguetes” en los que podías jugar Pong y quizás escribir algún texto. El marketing de estos juguetes era casi por completo dirigido a hombres y niños.
Con eso, se creó una narrativa en que los computadores son para niños, y definió quiénes eran los nerds que luego vimos en series de televisión y películas, y determinó la cultura tech y la revolución de los computadores.
Exclusión
Esta exclusión, donde las mujeres se quedan voluntariamente fuera porque creen que este espacio no es para ellas, nos quita oportunidades para crear nuevos desarrollos y traer perspectivas diferentes a la tecnología.
También es un tema de ignorancia, cuando muchos piensan que nunca ha habido mujeres involucradas en el sector tecnológico. Pero eso es falso: La primera programadora fue Ada Lovelace, poco conocida y estudiada, pero cuya historia ha resurgido en los últimos años en un intento por motivar a las mujeres a participar más. “Cuando han sido borradas de la historia, te quedas sin grandes modelos a seguir”, dice Walter Isaacson, autor de la biografía de Steve Jobs y de un reciente libro llamado The Innovators, donde rescata la historia de algunas mujeres importantes para el desarrollo de la computación, como Grace Hopper o las “mujeres computadoras” de la Segunda Guerra Mundial.
No será fácil revertir el curso que hemos visto en los últimos 30 años, pero la buena noticia es que hoy hay conciencia de que esto es un problema. Iniciativas como dedicarle un capítulo de un libro a las mujeres – o apoyar a Girls in Tech – son pequeñas, pero ayudan.
Sobre la autora: Cony Sturm es una periodista tech que, anteriormente, fue la editora de FayerWayer. Te puedes conectar con ella a través de Twitter: @conysturm.
Tal vez sólo los que estudiamos sistemas conocemos a Ada Lovelace. Hasta hay un lenguaje de programación creado por el Departamento de Defensa llamado Ada en su honor, aunque creo que no salió del ámbito militar.
Otro nombre poco conocido es el de Hedy Lamarr, si no fuera por ella no tendríamos wifi hoy en día.
Saludos
Otras mujeres destacadas: Rebecca Wirfs-Brock (pionera de OOP y creadora del Responsability Driven Design) y Barbara Liskov (¿Quien no ha escuchado a Uncle Bob hablando de The Liskov Substitution Principle? :) )