Blog post escrito por Sofía Ormazábal, voluntaria de Girls in Tech.
Navegando por la web, conversando con emprendedoras y emprendedoras y aprendiendo de mis propias experiencias, es que logré armar un decálogo para cualquiera que tenga ganas de atreverse a formar su propio proyecto o empresa. De todas formas, cada cual tiene su proceso y aprendizajes propios.
¿Qué agregarían a este listado?
1.- Aprender a vivir con incertidumbre
La competencia es un factor importante al momento de emprender, sin embargo deja de pensar en ella, solamente identifica quién es y qué hace; crear tu oferta y aprender a defenderla te ayudará a hacer la diferencia en el mercado.
2.- Sé un líder, no un jefe
La gente busca a alguien que esté dispuesto a darlo todo por su equipo, haz una conexión con tu grupo de trabajo, cree en ellos y motívalos, eso da mejores resultados en la productividad.
3.- Establece una manera particular de trabajar
El ser flexible con las personas que trabajas ayuda a formar las relaciones que tienes con ellos, sin embargo establece los tiempos de entrega del trabajo y haz que se comprometan con ellos.
4.- Estímulo
Comparte los éxitos de tu emprendimiento con tu equipo de trabajo, pero también si las cosas no van bien identifica debilidades y conviértelas en oportunidades, esto los llama a mejorar.
5.- Ser humilde
Los negocios y las oportunidades están en donde menos se piensan, ten apertura con todo tipo de clientes.
6.- Aceptar ayuda
Sé honesto, acepta tus errores y aprende a escuchar consejos de los demás.
7.- Ser profesional
Tener en orden tu material de trabajo y cuidar de ti demuestra una buena actitud.
8.- Cuida a tus clientes
“Un cliente feliz, atrae a más clientes”, por lo tanto dale tiempo y el espacio que cada uno necesita, mantente en contacto con ellos.
9.- Separar lo laboral de lo personal
A pesar de que la amistad te genera algo que no tiene valor: confianza, establece una división entre tus relaciones personales y profesionales.
10.- Organizar
Invierte tiempo en el ámbito legal de tu empresa, desde ordenar los impuestos hasta contratos de confidencialidad para tus clientes, así todo estará resguardado para cualquier proceso.