Encontrar mujeres programadoras hoy en día no es una tarea fácil. Las ciencias, las matemáticas y la computación están muy estigmatizadas como un rubro para hombres, pero por qué? La primera programadora fue una mujer, Ada Lovelace, quien cerca del año 1840 creó el primer algoritmo que pudiera correr en un computador. Así como Lovelace, quien también era matemática, hay muchas otras mujeres que nos inspiran y nos invitan a seguir estos caminos que son tan entretenidas.
A lo largo de los años ha habido un incremento de mujeres profesionales, sin embargo para mediados de la década de los 80 hubo un quiebre y el porcentaje de mujeres en ciencias de la computación empezó a decaer considerablemente. La razón de esto es desconocida, pero existe una teoría en el artículo: “Cuando las mujeres dejaron de programar” que hace bastante sentido y es que en esa época empezaron a salir los computadores personales y todos estos eran marketeados como un juguete o herramienta para hombres y niños, dejando a las mujeres de lado.
Estudié ingeniería civil en computación, una de las 3 carreras del departamento de ciencias de la computación de la Universidad Católica, y en ella, solo 4 de los graduados de mi generación eran mujeres. No fue algo que me molestara, ni mucho menos que me hiciera dudar si estudiar esta carrera o no. Mi pasión por lo que hago va mucho más allá del porcentaje de hombres y mujeres en una sala.
Y así, como el porcentaje de mujeres programadoras es bajo, el porcentaje de mujeres programadoras que además emprende es aún más bajo y les vengo a contar porqué es buena idea ser una más de este selecto grupo:
1. Eres dueña de tu proyecto
A diferencia de trabajar en una empresa, donde debes programar según las prioridades que se definan, cuando emprendes tienes plena libertad de llevar tu proyecto donde quieras y desarrollar las características que más te gusten. Tienes la libertad de decidir qué hacer y qué no hacer. Es de las cosas que más disfruto al tener mi emprendimiento, TimePoints, en el momento que se me ocurre algo entretenido que agregar al proyecto lo puedo hacer, no hay que pasar por procesos burocráticos ni propuestas formales para ver si tal vez al gerente le guste la idea y te da el “vamos” 1 mes después. Cuando algo te apasiona esto es invaluable.
2. Te abre mundo
En un emprendimiento te va a tocar hacer más cosas que no involucran programar. Te tocará ir a hablar con tus clientes, aprender de negocios, marketing, contratar y despedir miembros de tu equipo, buscar financiamiento, etc. Emprender te abre mundo y este mundo que conoces te sirve para crear un producto mucho más cercano a lo que buscan tus clientes. Estas son habilidades que en muchas empresas no se da la oportunidad de aprender, por lo que el día de mañana sigues siendo solo una programadora, mientras que al emprender te conviertes en una empresaria profesional integral.
3. ¡Somos pocas!
Este es un punto a favor, lo crean o no. Esta es la época en la que deben aprovechar de programar y emprender dado que somos tan pocas. ¿Por qué? Por que llamamos la atención. Un proyecto innovador con mujeres llama mucho más la atención que uno solo con hombres. La gente está acostumbrada a ver hombres sacando proyectos nuevos todos los días, pero no mujeres. Aprovecha y destácate.
Además, desenvolverse en un mundo mayoritariamente de hombres tiene sus cosas buenas: ¡te tratan como reina!
4. Bajo costo
De los gastos más grandes que tiene un emprendimiento tecnológico son los programadores. Si ya eres programadora, estás un paso más cerca de que tu proyecto salga más fácil, te concentras más en el producto que en buscar inversionistas y vender tajadas de tu empresa para financiar tu proyecto. Tienes los conocimientos para materializar una idea fácilmente solo necesitas las ganas.
5. Trabaja donde quieras
Basta un computador y conexión a internet para que puedas trabajar desde donde quieras. Dependerá de cómo armes tu empresa y del modelo de negocios que tengas, pero por lo general, no necesitas estar trabajando desde un punto fijo. Tus clientes no tienen cómo enterarse si estás trabajando desde tu oficina en Santiago o desde una playa en Brasil.
6. Muchas oportunidades para surgir
Muy ligado al punto 3. Al ser tan pocas existen muchas instituciones que buscan ayudar a mujeres a empoderarse, surgir y llegar al éxito. Entre ellas está Mujeres Empresarias y WE Connect International que ayudan a mujeres a sacar adelante su negocio y llegar a mercados globales. También grupos como Girls in Tech Chile, Women Who Code Santiago e Ingenieras UC incentivan a mujeres a creerse el cuento y dar el salto que todas pueden dar.
¿Qué esperas para empezar tu empresa?
Sobre la autora: Marisol Acuña es emprendedora, programadora, viajera y amante de los perros. Fundadora de TimePoints, directora de Women Who Code Santiago y autora del blog disfrutandoelmundo.com. Pueden seguirla en Twitter @MarisolAcuna.